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Mostrando las entradas de marzo, 2014

Un payaso triste de ojos azules

Quiero contar una experiencia personal relacionada con la pintura, vivida esta vez no como facilitador, sino como un hombre de 45 años de edad, al participar en un taller con otras siete personas. Llegué con ganas de pintar la cara sonriente de un payaso. Con energía empecé a pintar la forma oval de la cabeza, la nariz como una pelota roja y los ojos azules lindísimos. Me faltó hacer la boca. La hice y… ¡me aterré! El payaso me estaba mirando con una angustia desnuda. Empecé a borrar esa boca cubriéndola con color blanco. Me sentí pillado cuando mi terapeuta vino corriendo y me preguntó “¿Qué haces?” Molesto con su intervención, contesté con cierta obstinación: “Quiero pintar un payaso alegre. Pero este me mira con angustia.” Ella me miró y dijo: “¿Qué pasaría si sigues pintando este mismo payaso lleno de miedo?” Yo: “No me agrada”. Ella: “Lo sé. Prueba, y si después quieres, puedes borrar esa boca “. Yo, aún molesto: “Bien, voy a ver”. Con pocas ganas miré a mi payaso. Pensé:

En qué puedo servirte

Ram Dass y Paul Gorman Estaba buceando lejos de la costa, a alrededor de doce metros de profundidad, solo. Sabía que no debía haber ido solo, pero me sentía capaz de hacerlo y decidí aprovechar la ocasión de disfrutar de semejante aventura. La corriente no era demasiado fuerte, y el agua estaba tan cálida, tan cristalina, tan seductora… Cuándo sentí el calambre, me di cuenta de que había hecho una tontería. No estaba muy asustado, aunque el dolor en el estómago me impedía nadar. Intenté quitarme el cinturón de pesas, pero el calambre era tan intenso que ni siquiera conseguí desabrochar la hebilla. Me estaba hundiendo. Comenzaba a sentir temor; estaba inmovilizado. Miré mi reloj y comprendí que me quedaba muy poco tiempo de aire en el tanque. Traté de masajearme el abdomen. A pesar de que no llevaba puesto el traje de buzo, no lograba enderezarme ni tampoco podía tocar con las manos los músculos contraídos.             En ese instante, pensé: ¡Esto no puede seguir así! ¡Tengo